






Maxi vestidos: la prenda estrella del verano y cómo llevarla de día o de noche
Si hay una prenda que representa la esencia del verano, es el maxi vestido. Ligero, versátil, elegante y fácil de llevar, se adapta a cualquier ocasión y te permite estar fresca sin perder estilo.
Lo mejor: con un par de ajustes en los complementos puedes transformarlo por completo según el momento del día.
¿Quieres sacarle el máximo partido a esta prenda tan icónica? Aquí tienes una guía práctica para llevarlo tanto de día como de noche.
1. Maxi vestido de día: comodidad sin esfuerzo
Durante el día, lo ideal es apostar por maxi vestidos de tejidos naturales como algodón, lino o viscosa, que permiten que la piel respire y aportan una sensación de frescura total.
Tips para llevarlo de día:
Elige estampados alegres o tonos claros como blanco, beige, celeste o verde menta.
Combínalo con sandalias planas, alpargatas o deportivas blancas.
Añade un bolso de rafia o tote bag y gafas de sol.
Si refresca, una camisa blanca abierta encima o una chaqueta vaquera corta son buenas aliadas.
2. Maxi vestido de noche: sofisticación sin complicaciones
Para la noche, el maxi vestido puede transformarse en un look elegante sin esfuerzo.
Consejos clave para llevarlo de noche:
Apuesta por colores más intensos como negro, rojo, azul marino o tonos joya.
Busca tejidos con caída (como satén, crepé o algodón más estructurado) para un efecto más sofisticado.
Súmale unas sandalias de tacón o cuñas altas.
Completa con un bolso pequeño (tipo clutch) y joyas que destaquen: unos pendientes grandes, un collar llamativo o un brazalete dorado.
3. Cinturón: el truco para estilizar la silueta
Muchos maxi vestidos vienen sueltos, pero añadir un cinturón fino o de rafia puede marcar la cintura y crear una silueta más definida, especialmente si eres bajita o buscas equilibrar proporciones.
4. Maxi vestido + blazer o kimono: ideal para entretiempo
Si el plan es más formal o si refresca por la noche, puedes acompañarlo con un blazer liso, un kimono estampado o incluso una chaqueta fluida.
Esta capa extra eleva el look al instante y lo hace más especial.
5. Accesorios: el toque que lo cambia todo
Los maxi vestidos son como un lienzo en blanco.
Puedes adaptarlos al estilo que quieras con los accesorios adecuados:
Boho: con sombrero de ala ancha, collar largo y sandalias planas.
Chic: con moño bajo, pendientes llamativos y clutch.
Casual: con coleta alta, mochila pequeña y deportivas.
Conclusión
El maxi vestido es esa prenda comodín que resuelve tu look sin complicaciones.
Con un poco de imaginación y los complementos correctos, puedes usarlo desde una comida informal en la playa hasta una cena especial bajo las estrellas.
Este verano, dale el protagonismo que se merece… ¡y déjate llevar por su versatilidad!